El bajista de U2, el reformado Adam Clayton, está encantado de mantenerse sobrio y recto 20 años después de que sus adicciones alcanzaran cotas máximas.
En 1993, Adam golpeó a la botella mientras U2 estaban de gira en Australia, y no fue capaz de acudir al concierto en el Sydney Stadium después de pasar toda la noche de fiesta. Su asistente, Stuart Morgan, ocupó su lugar en el bajo y la banda casi tira por la borda el concierto, ese día y el siguiente eran los escogidos para grabar el video oficial de la gira ZooTV.
La banda había sido muy paciente con el juerguista Adam, en aquella época acaba de cancelar su boda con Naomi Campbell.
"Fue una sensación bastante horrible y me prometí a mi mismo que nunca más volvería a suceder. Tuve suerte. Me di cuenta de que si no hacía algo al respecto iba a perder todo. Me había quedado sin excusas."
"Los otros miembros de U2 estaban empezando a darse cuenta de que yo no estaba llevando muy bien mi adicción."
Y agregó: "Me convertí en una especie de persona muy amarga que no estaba a la altura de mi potencial. Llega un momento, a medida que envejeces, que no resultas muy amable. Yo estaba en una banda exitosa con grandes personas cuyas vidas eran funcionales. Ellos tenían relaciones a largo plazo y familias a las que críar. Odiaba no sentirme lo suficientemente bueno."
"Yo no era muy bueno para las relaciones, para ser honesto", agregó.
"Zoo TV fue un período de confusión para mí. Creo que tener tanto éxito me costó 10 años en acostumbrarme. Había un montón de cosas que ya no podía hacer como ir a conciertos y no tener gente hablando de ti a tu alrededor. También era duro estar en una habitación donde todo el mundo sabe más sobre ti que tu sobre ellos."
"Creo que tenía una predisposición. La primera vez que tomaba una bebida o drogas o tenía alguna experiencia emocional, mi reacción inmediata era: "Yo quiero hacer eso de nuevo. Dame más. El doble de lo mismo. Eso probablemente no habría cambiado si hubiera sido un fontanero".
Adam, quien tiene un hijo, descubrió por su cuenta de que no podía continuar con su estilo de vida hedonista.
"De alguna manera te das una palmada alrededor de la cara. Si tu pones limitaciones sobre ti mismo, puedes eliminarlas. Hoy en día puedo coger el metro de Londres o el metro de Nueva York. Lo disfruto. Y Dublín es una ciudad muy fácil de vivir. Pero yo soy afortunado, yo sólo soy el bajista de la banda. "
Estos días Adam dice que él se va a la cama por la noche deseando que llegue el día siguiente y siente que ha golpeado "el diablo que lleva dentro" al fin.
Fuente: irishexaminer